Creación Entorno Ágil

El año pasado, a escasos 2 meses de comenzar a trabajar en una importante empresa internacional de construcción, fui notificado que debía dejar las labores para las cuales había sido contratado.

¡¿Qué?! –pensé, ¡ni siquiera he tenido tiempo de desarrollar todo mi potencial!

No voy a aburrirte con todo lo que pasó por mi mente en ese entonces, pero sí te diré qué fue lo que más me sorprendió al respecto: no estaba siendo despedido, había sido ascendido.

Y aunque no estoy alardeando de dicho logro profesional, voy a decirte el secreto que me consiguió posicionarme en un peldaño más arriba de aquel al que había aspirado: el liderazgo de servicio.

¿Eh? ¿Es todo? –la respuesta es no.

Tener una actitud de servicio no debe confundirse con el liderazgo de servicio. Una actitud servicial sin duda es el ingrediente clave para ser un líder servidor, pero no lo es todo. El liderazgo de servicio va más allá de eso, y los grandes líderes lo saben. Incluso han existido líderes en la historia moderna que han pasado años, 24 para ser exactos, en la cárcel. Sí: Nelson Mandela.

Y aunque nuestra vida diaria no tiene que pasar por un escenario tan drástico (o de tal magnitud), cuando tienes una mentalidad de servicio, no se trata de ti. Se trata del bienestar de alguien más. Se trata de anteponer con firmeza y equilibrio cualquier dificultad de tu compañero, de tu equipo, de tu empresa. Pero, ¿cómo?, ¿cómo es que un “sirviente” mueve más que un “jefe”? Permíteme explicarlo.

El liderazgo de servicio

La guía del PMBOK®, sexta edición, define al director del proyecto como “la persona asignada por la organización ejecutora para liderar al equipo responsable de alcanzar los objetivos del proyecto”. ¿Lo ves ahora? Es el equipo quien es responsable de alcanzar los objetivos del proyecto. No eres tú, ni se trata de ti, y eso está totalmente bien.

Las personas no seguimos a las personalidades débiles. Al contrario, nos inclinamos por compartir la visión y la seguridad de alguien fuerte. Pero no fuerte físicamente, sino mentalmente. Un líder servidor, a pesar de que asociemos la palabra “servir” con alguien blando, no es nada débil. Al contrario, le caracteriza su fuerza de voluntad e impregna a todos con su compromiso. Como líder servidor eres todo eso y más.

Si tu equipo actual no está motivado, no tiene claros sus objetivos y/o tiene dificultad para entender su posición en el equipo, es hora de entrar en acción. Brindarles el apoyo necesario para que ejecuten sus actividades los mantendrá motivados, pues sabrán que cuentan contigo para salir adelante. Pero ¡ojo!, darles lo que necesitan no debe confundirse con darles lo que quieren. Recuerda, es por el bien de ellos y del proyecto.

“Nunca desalientes a alguien que continuamente genera progreso, sin importar que tan lento avance” –Platón.

Los equipos que trabajan en entornos ágiles, están acostumbrados a desarrollar rápidamente sus productos y sus proyectos. Trabajan así porque colaboran unos con otros y eso los impulsa a seguir ayudando a quienes les ayudarán de regreso. Al realizar cualquier tarea como grupo, las personas deben sentir que sus esfuerzos son apreciados por aquellos que se beneficiarán con el resultado. Mediante el empleo de la empatía, la capacidad de comprender las necesidades de los demás, los líderes servidores pueden aprender a reconocer cuándo sus empleados no se sienten valorados y tomar medidas para cambiar eso.

Los líderes servidores dejan muy en claro que su éxito personal no es su objetivo principal. En su lugar, se aseguran de que el éxito de cada miembro del equipo tenga prioridad al tomarse el tiempo para ayudar a guiar a cada individuo hacia el éxito.

Composición del equipo

En los entornos y equipos ágiles, normalmente se hace uso de tres roles comunes:

Miembros del equipo multidisciplinario: en éste tipo de equipos, existen en su mayoría especialistas generalizados, pero también hay quienes están enfocados en una sola área. Éstas dos personalidades son muy comunes en los entornos ágiles, y se diferencian según la guía del PMBOK® por las siguientes características:

  • Personas en forma de I: Son aquellas personas que tienen una especialización profunda en un dominio en específico, pero que rara vez colaboran o contribuyen fuera de dicho dominio.
  • Personas en forma de T: Son individuos que complementan su experiencia en un área con habilidades de apoyo en áreas asociadas, pero menos desarrolladas y con buenas habilidades de colaboración. Son las personas que, aunque tienen un rol principal, poseen habilidades y aptitudes para ayudar a otros miembros cuando y donde sea necesario.

                Dueño del producto: El título se explica sólo. El dueño del producto es responsable de guiar la dirección del producto; también es responsable de brindar retroalimentación para mejorar la entrega del producto. Cabe mencionar que aportan profundo conocimiento en materia de negocios y las decisiones que llevan a éstos al éxito.

                Facilitador del equipo: ¿Recuerdas que al principio hablábamos del líder servidor? Bueno, éste es el facilitador del equipo. Es conocido con diferentes títulos según el entorno en el que se desenvuelva: Director de Proyectos, Scrum Master, Líder de Proyecto, Coach, o Facilitador del Equipo.

Espacios de trabajo del equipo

Para que un equipo pueda desempeñar sus labores, es necesario que dispongan de un espacio en el que puedan trabajar juntos. Normalmente dicho espacio es una oficina o un cubículo, pero generalmente se encuentran todos en el mismo lugar.

Sin embargo, hay ocasiones en las que los miembros no pueden estar físicamente juntos. Principalmente, porque se encuentran en áreas geográficas distintas, o porque alguno de ellos se encuentra visitando otro lugar. Ésta situación les permite decidir el mejor acercamiento que les sea de provecho. Ya sea a través de una video llamada, una conferencia, compartir documentos en la nube, o cualquier otro medio que la tecnología les pueda brindar.

Cuando nos encontramos en una posición así, no todo está perdido. Podemos utilizar herramientas como las ventanas de pecera, o apoyarnos en una conferencia virtual menos extendida utilizando, por ejemplo, Skype, GoTo Meeting, o cualquier plataforma que nos facilite la comunicación “cara a cara”, por así decirlo.

Lo importante es crear al equipo. Un equipo multidisciplinario y dedicado totalmente al beneficio del proyecto es igual o más importante que tener un buen líder a cargo del mismo. Incluso aunque eso implique tener sólo a unos cuantos “valientes”, con tal de llegar al objetivo.

Es tiempo de transformación

En ésta nueva era, donde se está llevando a cabo actualmente el despertar organizacional, cada vez más personas buscan un significado más profundo en su trabajo más allá de las recompensas financieras y el prestigio. El deseo de hacer una diferencia, apoyar una visión que valga la pena y dejar el planeta mejor de lo que lo encontramos, todo contribuye a este nuevo impulso.

A quién elijamos seguir, cómo lideramos y cómo nos unimos para abordar el cambio acelerado también están cambiando.

La organización debe prestar atención a estas transiciones, debido a la reducción radical en el número de trabajadores actualmente disponibles para puestos de trabajo y al movimiento en nuestras filas de trabajo de una nueva generación de empleados con valores y expectativas totalmente diferentes.

Si las empresas quieren atraer y mantener a los mejores talentos, las viejas formas de reclutamiento, recompensa y liderazgo no nos llevarán hasta allí. Necesitamos un tipo diferente de liderazgo para el futuro.

Lo más difícil de iniciar es precisamente eso: iniciar. Pero una vez que has dado el primer paso, créeme: nada te detendrá.

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